La maternidad subrogada está permitida en algunos países, los más conocidos son Colombia, Mexico, Ucrania, Estados Unidos, entre otros.

Los requisitos varían según la jurisdicción y la agencia. Generalmente, las gestantes subrogadas deben tener buena salud física y mental, haber tenido embarazos previos exitosos y cumplir con ciertos criterios médicos y legales.

La selección puede depender de la agencia o del acuerdo entre las partes. Factores como la compatibilidad médica, la salud de la gestante y la relación emocional suelen ser consideraciones importantes.

Los costos pueden variar, Incluyen apoyos económicos de la gestante, costos médicos, legales, y otros gastos relacionados con el proceso.

Los derechos varían según la jurisdicción y el contrato. Es importante establecer claramente estos derechos en un acuerdo legal, cubriendo aspectos como las decisiones médicas y derechos parentales.

La gestante subrogada no tiene derechos parentales sobre el bebé y no tiene la intención de quedarse con él.

Tanto para los padres intencionales como para la gestante subrogada, la maternidad subrogada puede ser emocionalmente desafiante, por eso cuentan con un apoyo psicológico de principio a fin. El apoyo emocional y la comunicación abierta son fundamentales.

La duración puede variar, pero generalmente involucra varios meses, desde la selección de la gestante hasta el nacimiento del bebé y recuperación de la gestante subrogada.

La legalidad se asegura mediante contratos legales sólidos, el cumplimiento de las leyes del ordenamiento jurídico y la asesoría legal durante todo el proceso. Es importante conocer y respetar las leyes tanto en el país de origen como en el de residencia de los padres intencionales.